Madre Mia. Hace tanto que no escribo, pero se podría decir que me he olvidado, por todo lo que me ha estado pasando. En primer lugar, las navidades. En realidad fueron un poco ajetreadas, de aquí para allá, cena en casa de nosequien, comida en casa de nosecuantos... Y ademas fui con mi nueva mejor amiga ELliot a esquiar con su familia a Canadá. Tenían una cabaña en la montaña my bonita, y los días que pasamos allí fueron geniales, aparte de un pequeño percance, me rompí el brazo esquiando.
América me encanta, por lo general. No es nada aburrido, cada día pasa algo. La gente es muy sociable y cariñosa y siempre tiene ganas de hablar contigo. Voy caminando por la calle y alguien que no conozco se me pone a hablar. Eso me encanta.
El segundo día del año, tuve una experiencia que nunca había experimentado, solo lo había visto en películas y libros: un señor de unos 30 años se acerco, en un callejón, a un chico joven y le saco un cuchillo y le dijo que le diera las drogas. Yo estaba al lado, y mi reacción fue quedarme en el sitio congelada, aunque debería haber sido salir corriendo de allí. El señor mas mayor me grito que saliera de allí o me haría daño, me temblaba todo el cuerpo. Salí corriendo y llame a la policía cuando llegue a una calle ocupada. En realidad, al final, nadie se hizo daño, pero a mi nunca me había pasado nada así...
Acababa de empezar el año y tenia el brazo roto y había presenciado un atraco... Hay querido 2011!
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